Pregunta: Cayin, explícanos qué es lo que más te motiva de este proyecto?
Lo primero es la voluntad de dar las gracias a mis padres, abuelos, así como al conjunto de personas que han escrito la historia de los Clubs García Lorca de Bélgica. Se trata de resaltar sus luchas contra la dictadura de Franco o en favor de la igualdad de derechos económicos, sociales y políticos entre los inmigrantes españoles, u otros colectivos, y los belgas. La diversidad de sus compromisos (cívicos, sindicales o políticos) me ha hecho comprender que otro mundo es posible, pero también que hay que luchar y actuar para construir una sociedad justa e igualitaria.
En segundo lugar, la voluntad de conservar una huella de “nuestra historia” y, también de manera egoísta, de mi propia historia, ya que, en gran medida, las susodichas personas y las experiencias vividas en los Clubs García Lorca durante mi infancia y mi adolescencia me han hecho ser quien soy.
Por último, también es una forma de participar del deber de la memoria con el fin de intentar impedir el regreso del fascismo.
Pregunta: ¿Cómo nació este proyecto y por qué precisamente ahora?
Durante estos últimos años han desaparecido muchos camaradas de la « primera generación”, entre ellos mi abuelo materno; y han fallecido sin que les hayamos podido rendir un homenaje de manera colectiva. Así pues, es el momento de dar las gracias y rendir un homenaje a todos los que aún están entre nosotros.
Pregunta: ¿Se trata de un momento de nostalgia?
No, se trata de un proyecto anclado en el presente que saca fuerzas del pasado y mira hacia el futuro. Al conocer nuestro pasado podemos construir un futuro.
Además, en una época donde la xenofobia no ha desaparecido, sino que permite alimentar discursos fascistizantes en un período de crisis económica, se trata de demostrar que la inmigración no es un peligro, sino más bien todo lo contrario…
Carbonero Selena