Aprincipios de los años cincuenta el Partido Comunista Español, condenado a la ilegalidad en España, Francia y Alemania, se benefició de la ayuda proporcionada por el Partido Comunista Belga para imprimir su órgano oficial, Mundo Obrero, en el local de la organización “Bandera Roja”.
No obstante, la verdadera organización de la presencia comunista española en Bélgica se puede fechar a partir de la creación del club Federico García Lorca (FGL, nombre del famoso poeta español ejecutado por la Guardia Civil en 1936), cuyo destino fue reunir a los comunistas que habían abandonado la formación ARDE (Acción Republicana Democrática Española).
El club fue constituido en 1954 en Bruselas (en la calle Fonsny) por exiliados españoles, con la ayuda de antiguos brigadistas internacionales, y tenía como objetivo “promover los lazos de amistad entre belgas y españoles además de dar a conocer en Bélgica el arte, el folclore, la literatura, la historia así como todos los aspectos de la vida del pueblo español” (estatutos publicados en el Registro Nacional de Asociaciones belga el 15 de diciembre de 1956). La generalidad en el objetivo de la asociación, tal y como se define en los estatutos, se entiende por la prohibición del momento que impedía a los extranjeros realizar cualquier tipo de actividad política en Bélgica (decreto ley de 28 de septiembre de 1939 sobre la política de extranjería): los clubs FGL constituyeron el marco en el que se desarrollaría el Partido Comunista de España en Bélgica.
En Lieja, el club FGL también se constituyó a tenor de este movimiento rupturista con ARDE. A partir de diciembre de 1960 la asociación dispondrá de un local propio en Outremeuse, pero no será hasta finales de 1961 cuando el club FGL de Lieja se constituya oficialmente como una sección del club FGL de Bruselas.
Específicamente, nuestra comunicación se centrará en la historia y evolución de los clubs FGL en Lieja, considerando sus contactos con la sociedad belga.
Fernando Almohano, Fernando Dorado, José García, Inocencio Recacha y Juan Redondo Morano son algunos nombres de quienes fueron capaces de reunirse durante meses, ya fuera en casa de uno o de otro, a pesar de las dificultades que encontraron a finales de los años cincuenta, para llevar a cabo un proyecto que, actualmente, muchos años después, demuestra los valores que poseían estos hombres.
En Lieja, a partir de diciembre de 1960 la asociación dispone de un local propio en Outremeuse, pero no será hasta finales de 1961 cuando el club FGL de Lieja se constituya oficialmente como una sección del club FGL de Bruselas.
Una apertura relativa (1960-1968): los clubs FGL del Monte San Martín y de la calle Pont des Arches. Se trata también de la llegada masiva de la inmigración económica a partir de 1957 (fecha de la firma del tratado bilateral hispano-belga).
El apogeo (1968-1977): el club FGL de la calle Gueldre. En 1970 la inmigración está en su apogeo con cerca de 68.000 españoles presentes en suelo belga. En Lieja, los clubs conocen un desarrollo importante de sus actividades, principalmente impulsadas por la segunda generación que publica un pequeño periódico interno y organiza talleres de fotografía, un cine-club, grupos de baile, equipos de fútbol, excursiones, etcétera. Estas actividades contribuyeron a atraer a muchos jóvenes españoles que, por primera vez, tomaron contacto con nosotros “Generación Lorca”, así como otros jóvenes progresistas que se sentían atraídos por la cultura española. En este marco se entablaron relaciones no sólo con nuestros amigos belgas, italianos y chilenos o con la FGTB (Federación General del Trabajo de Bélgica), sino también con la casa de la juventud del barrio de Saint Léonard.
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Cara tiene España. La inmigración española en la región de Lieja, historia y memoria de los clubs Federico García Lorca de Molina Marmol Maite