Pregunta: Georgina, explícanos qué es lo que más te motiva de este proyecto?
Sin lugar a dudas la oportunidad de poder rendir un homenaje público a nuestros padres: hombres y mujeres que, por diversas razones, emprendieron un día el camino del exilio. No es relevante si los motivos que les empujaron a abandonar su país, su familia, sus amigos fueron de orden económico o político; la mayoría de ellos buscaba un futuro mejor lejos de la coacción que les imponía un país bajo el yugo de un régimen fascista.
Personalmente, considero que también es un deber participar en este proyecto para que nuestros testimonios contribuyan a completar pieza a pieza el puzle de la memoria colectiva. Todos aquellos y aquellas que participen en el proyecto podrán colaborar, en mayor o menor medida, escribiendo una línea, un párrafo o, por qué no, toda una página de nuestra historia común: la historia de la emigración de nuestros padres.
Así pues, animo a todos a indagar, a rebuscar en “el baúl de los recuerdos” y a poner a disposición de los organizadores las fotos amarillentas, los documentos aunque estén arrugados, los recuerdos transcritos que tengáis. El mínimo detalle, por pequeño que sea, toma un enorme valor si contribuye al éxito del proyecto.
Pregunta: ¿Cómo nació este proyecto y por qué precisamente ahora?
¿Quién mejor que los propios organizadores para explicarlo? Los kilómetros que me separan del “País Plano” (Bélgica) limitan “un poco” mi colaboración, pero mi corazón y mi entusiasmo están en el proyecto (¡daría cualquier cosa por estar presente en las reuniones!). El proyecto evoca en mí la idea de un viñedo que necesita su tiempo para dar una buena cosecha. ¡El embotellamiento está casi listo!..., pero aún queda mucho trabajo antes de brindar y decir de corazón a todos: “¡a vuestra salud, Camaradas, gracias por haber hecho de nosotros hombres y mujeres con unos ideales fieles a vuestros principios de libertad, de fraternidad y de igualdad!”.
Pregunta: ¿Se trata de un momento de nostalgia?
La palabra nostalgia a menudo se asocia con el sufrimiento causado por el arrepentimiento de un medio al que ya no se pertenece, por un modo de vida, por los amigos que se han perdido, por un pasado que ya no volverá. De ninguna manera quisiera asociar este lado negativo al proyecto. Es cierto que, actualmente, hemos concedido de manera popular un sentido diferente a la palabra nostalgia (sin duda el sentido de mirar al pasado con una pizca de sana melancolía pero sin por ello querer volver atrás). Así pues, más bien hablaría de un momento de RECUERDOS. Porque es de lo que se trata; recordar acontecimientos o cosas que ocurrieron hace tiempo y están directamente relacionadas con nuestros padres y con los hombres y mujeres de su generación (pensemos también en aquellos que nos tuvieron hijos).
Se trata de una puesta en común de las “vivencias” para, simplemente, fijar nuestras memorias personales y colectivas como objetivo de este proyecto.
En mi opinión, se trata sobre todo de un momento de RECONOCIMIENTO hacia nuestro padres, no podemos olvidar que son el eje central de este proyecto…nosotros sólo somos actores (diría que incluso buenos actores), pero actores secundarios.
Probablemente la emoción nos arrugue el mentón cuando llegue el momento de ver las fotos antiguas de la exposición o cuando escuchemos decir al viejo/a y amigo/a camarada…”¡Cuántas lágrimas derramadas lejos de nuestra tierra!”. Sin embargo, nosotros, los “jóvenes” pensaremos: “¡qué buenos tiempos conocimos! Los valores que adquirimos entonces gracias a ellos se han convertido en los pilares de nuestra vida”.
Termino mi parrafada enviándoos: ¡SALUDOS TRICOLORES!
Georgina Muñoz