Esto explica la ausencia de algunas personas que, en mi opinión, han jugado igualmente un papel importante en la historia del fútbol.
Decía que objetivamente porque he querido reunirme y entrevistar a los primeros pioneros de la aventura. No se trata de determinar quién fue el primero, el segundo, etcétera, sino de nombrar a las primeras personas que hicieron historia y sobre todo a aquellas que se fueron sumando a posteriori; se trata de asociar un rostro a estos nombres y así rendirles un homenaje por la labor realizada. Uno de nuestros grandes remordimientos es no haber conservado los archivos del club cuando se vendió el local de la calle Jonruelle. De manera humilde porque tengo mucho respeto y estima por todas estas personas altruistas que nos han permitido ser felices gracias a su trabajo, a pesar de las numerosas críticas en su contra.
En principio la idea era excelente, el trabajo parecía simple: sólo se trataba de contar la historia del club desde su creación hasta su desaparición. El esquema estaba diseñado. Pero poco a poco, según avanzaba, me di cuenta de la enorme dificultad de esta tarea.
Así es como procedí:
Empecé con las entrevistas de Elisabeth Silvestre, Josef Cusumano, Aquilino Córdoba, Coito y Cayin. Como era de esperar, otras historias y anécdotas fueron surgiendo para completar este relato.
Al preguntar a estos primeros fundadores del “Club de Fútbol Federico García Lorca” me di cuenta de que no se acordaban de manera precisa de todos los acontecimientos y, a menudo, tenían que hacer un ejercicio de memoria. Así pues, para escribir esta crónica, decidí agrupar todos los datos, anécdotas, etcétera, y constaté que, a pesar de todo, existía una correspondencia entre ellos.
Aquí está lo que me dijeron:
El Club de Fútbol Federico García Lorca fue fundado en 1969 con el número de matrícula 8258. (1)
En aquellos tiempos el club cultural estaba instalado en la calle Saint Léonard (2), pero en la calle Pieds Pont Des Arches ya se organizaban partidos amistosos con otros clubs como el de Verviers. En estos partidos amistosos Chacón (3) era quien aseguraba el transporte de los jugadores con su camioneta, los coches eran los primeros vestuarios y los barreños de una granja eran las duchas. Para atraer a los jóvenes al club de la calle Saint Léonard se organizaban reuniones informales entre algunas personas como Rafael, suegro de Asenjo y gerente del club. Tomás Silvestre se encargó de formar un equipo de fútbol, la única condición era no pedir subvenciones al partido. Cuando Francisco Gómez era el presidente del club, Tomás se convirtió en presidente del club de fútbol.
Tomás constituyó un comité con Coito, a quien llamábamos “el ignorante” (por otra parte, se hacía llamar así él mismo), Rémy, Herrera, Tornero (el pintor).
Rogelió pasó de ser secretario del club cultural a secretario del club de fútbol. Se inscribieron en la categoría amateur en 1969 y se quedaron ahí durante 5 años.
Pero, ¿quién era Tomás? (4)
Tomás Silvestre nació en Mequinenza (Zaragoza) el 21 de diciembre de 1929. Provenía de la U. D. Española, club del que había sido fundador y jugador. En el club desarrolló varias funciones: presidente, secretario, tesorero, entrenador, delegado, masajista, abogado, etcétera. Hombre del club, íntegro y con una fina psicología tanto para las instancias futbolísticas como para las personas que le rodeaban. Tomás se retiró en el momento de la fusión Lorca-Liers-Norte, volvió a España, a su pueblo natal en 1987 donde murió el 21 de mayo de 2003.
Algunos nombres de los primeros jugadores y équipos (5) Cayin, Richard, Pepito, Zamora, Franco Molina, Coribello, Bellomo, Cristóbal Martínez (en caso de necesidad también jugaba de portero) y después llegaron Antoine Martínez y Fernando. A veces Lomo completaba en equipo. José Merino (Pepe) jugó casi una temporada como portero.
Después llegó el pequeño Luis para completar el comité.
Nuestro primer campo fue el del Iberia, lo compartíamos con ellos. Después, jugamos en el campo de Ougrée aproximadamente durante una temporada, luego vino el campo de Grivegnée. La unión belga vino para indicar las dimensiones conformes y muchos voluntarios trabajaron en la fabricación de las porterías y en limpiar el campo de piedras; esas malditas piedras que todavía recogimos durante la expropiación por el ayuntamiento, quien después nos encontró el campo de la Belle Jardinière en Angleur. Allí también trabajaron muchas personas para construir un bar y los vestuarios: Lorenzo y Ángel Solas (Los Madriles), Quiroga, Ignace Moya, Coito, Tomás, sólo por citar algunos.
Otro personaje emblemático del club es nuestro amigo Coito. Fui a verle a su casa en Droixhe y después de explicarle el proyecto me contó la historia del club de fútbol durante casi dos horas; todo se mezclaba: anécdotas, historias y personajes. Sentí la pasión que transmitía a través de su relato y, cuando me iba, me dijo que estaba muy contento. Por fin vamos a contar la historia rindiendo un homenaje a las personas que contribuyeron a la expansión del club de fútbol.
Pero, ¿quién es Coito? (6)
Me diréis que no necesita presentación, pero sí.
Coito García Emirdiatribo nació el 23 de junio de 1936 en Salamanca y se casó con Basilia Pérez Vaz. Coito era realmente el brazo derecho de Tomás, su complemento. Llevó a cabo diversas tareas en el club: presidente del comité de jóvenes, coordinador de los clubs españoles, cocinero, camarero, delegado, organizador de rifas. También era famoso por sus broncas. Lo que siempre me sorprendió fue la paciencia de este hombre, nevara o helara Coito siempre estaba en su puesto, controlando las entradas y atento a los colones.
Me confesó que todo lo que atañía al club también le afectaba:
- “Siempre he lamentado la desaparición del Lorca, era como una segunda familia. Por eso nunca me he arrepentido del tiempo que le dediqué”
Coito cosía los escudos en las camisetas y Basilia, su mujer, lavaba los equipamientos. Me contó una de sus numerosas anécdotas:
- “El partido amistoso era en Verviers y justo al llegar me di cuenta de que la bolsa con los equipamientos se había quedado en el suelo, a la puerta de mi casa en… Jupille (más o menos a 30km). Tuve que hacer el camino de ida y vuelta con mi Simca 1000 en un tiempo récord. Los jugadores del Lorca me esperaban vestidos de formas distintas y para agradecer al adversario por su paciencia les metimos…7 goles”.
Para facilitarnos la gestión propiamente del club de fútbol, el club cultural puso a nuestra disposición la primera planta del local de la calle Gueldre y nos arregló un pequeño bar. Todos los viernes, sábados y domingos después del partido nos reuníamos en familia delante de una copa o jugando a las cartas. A pesar de todo aquello teníamos poca autonomía, aunque la separación se perfilaba en el horizonte.
Una reunión de más o menos dieciséis personas de los comités del club y del fútbol hizo posible la separación de la calle Gueldre al Potay.
Los locales del fùtbol fueron respectivamente:
La primera planta del local de la calle Gueldre, el Potay, la calle Jonruelle y finalmente La Plaza. (7)
Desfilaron muchos gerentes, algunos simplemente pasaron por allí, mientas que otros permanecen en la memoria colectiva:
Coito y su familia, Antonio Merino y su mujer Virginia, Ollero, Pareja y su mujer, Ferna y Lolo, Francis Martino y José Lanero junto a sus esposas Choli y Marta, Aquilino, Bobby, Josef Cusumano y tantos otros.
Aquilino nos comenta:
- “Durante nuestro primer partido oficial en la Unión Belga se produjo un error arbitral: el árbitro señaló el gol cuando el balón no había entrado dentro”.
- “En el primer torneo en la Unión Belga Asenjo era el entrenador y un tal Renquin jugaba en el equipo contrario (era el Sartoise quien estaba de ascenso)”.
Aquilino Córdoba nació en Asturias en 1953 (8). Se unió al Lorca tras su paso por el club de fútbol Covadonga (El club fue eliminado para siempre). En seguida formó parte de un comité de actividad de dos o tres personas que se extendió hasta más o menos veinticuatro personas. Militó en el comité de las juventudes comunistas y fue pinchadiscos en la calle Gueldre. Entró en el comité del fútbol para coordinar diversas actividades. Uno de los mayores orgullos del comité de actividades fue la organización de la primera fiesta en la calle Renardi. Realmente no obtuvieron muchos beneficios, pero fue un éxito y un orgullo para este joven equipo.
– “Por aquellos entonces nuestros mayores no ahorraban en sermones cuando nos acercábamos demasiado al género femenino”.
Aquilino retomó la presidencia y gracias a la fusión conseguimos jugar en segunda provincial en 1989. Los veteranos, que se auto gestionaban, también eran campeones, desgraciadamente el equipo no continuó tras esa coronación.
A propósito de los veteranos, el primer equipo en Angleur estaba equipado con camisetas verdes. Cuki (9) era jugador y secretario.
Con ocasión del ascenso a tercera provincial se organizó una gran fiesta en la sala del Pommier. Por aquella época estábamos en el campo de la Belle Jardinière.
Cuando le preguntamos qué lecciones ha extraído de estas experiencias nos contesta serenamente:
- “Un gran orgullo. Fui presidente del comité de actividades, presidente del club de fútbol, no tenía carné del partido comunista y sin embargo era activista y militante”.
- “Me decepcioné mucho cuando algunos traspasos no funcionaron y se habían pagado enormes sumas pedidas por los clubs. Sin embargo, otros clubs venían a por nuestros jugadores con cifras irrisorias”.
- “El descenso de tercera provincial y el fin del club de fútbol me entristecieron”.
¿Si tuviera que quedarse con algunos nombres?
- “Tomás era un monumento, destacaba por encima de los demás”
- “Philippe Neri, un hombre del club que no era ni del Lorca ni español”.
- “Emma, la madre de Alfonso y de Juan Ramírez, con su legendaria trompeta que desestabilizaba al adversario y… a nuestro propio equipo”.
- “Todas esas mujeres voluntarias que participaron en las actividades realizando un trabajo considerable”.
El Lorca y el Lorca-Norte vieron desfilar un buen número de entrenadores que tuvieron distinta fortuna:
Entre otros cabe destacar (10) Zamora, Willy, Nino, Madriles, Asenjo, Juan Garrochena, Roger Renders, Arnaud Haydars, Dany Mataic, que dejaron una huella en el seno del club y en la memoria de la mayoría de nosotros.
La primera vez que cobramos por jugar al fútbol fue en Angleur. El San Nicolás nos ofreció una prima de siete mil francos si al menos empatábamos contra el Jupille porque ellos sólo necesitaban un punto para el ascenso. Al final quedamos empate a 1 y en vez de repartir la prima entre los jugadores compramos balones nuevos.
En la calle Gueldre, siendo entrenador Renaud Hayard, el comité nos preguntó si queríamos una prima por jugar. Le respuesta siempre fue la misma: un NO categórico. Estábamos muy bien rodeados, era un verdadero placer venir a jugar y frecuentar los clubs Lorca; el ambiente, la camaradería, los valores de la época no tenían precio. El comité nos recompensaba con fiestas, viajes, excursiones, cenas, etcétera.
Cuántos recuerdos y anécdotas se sucedieron durante nuestros viajes. El primero fue a Altea (Alicante), y, en opinión de los participantes, fue memorable. Todo era gratis, aunque tuvimos un problema que nos puso en contra a la mitad de la población local (y ya no puedo contar más…). Después vinieron viajes a Langreo y Lérida. El partido comunista en Sotrondio nos recibió como reyes, de hecho, algunos amigos tienen vídeos de estos extraordinarios momentos.
Recordad las famosas “Romerías” (11) y otros torneos épicos que se organizaban en nuestras instalaciones. Eran los buenos tiempos en los que florecían los equipos españoles: Juventud de Seraing, Granada, Española, Iberia, Covadonga, Atlético Español, Lorca, Juventud Deportiva Española, Deportivo, Badajoz, aunque no estoy seguro que todos estos equipos existieran al mismo tiempo.
Había reuniones entre los comités de los distintos equipos para establecer un calendario y así regular los diversos torneos. Desgraciadamente este sistema sólo duró un año.
Mis invitados tienen muchas anécdotas sobre las competiciones y ciertos partidos: en Awirs, para determinar el mejor goleador, en Marcinelle, una gran competición. La Giralda, La Torre del Oro, donde se daban la mano lo mejor del fútbol español, etcétera.
En uno de los primeros partidos, nuestro portero, José Merino (Pepe) (12), recibió un golpe justo ahí, donde más duele y Coito acudió diligente a reanimarle con la bota de vino. En otra ocasión, hubo que sacar del campo al árbitro en una carretilla porque no se sentía bien, después ya se inventaron las camillas.
Un torneo organizado por el Pansy terminó con una pelea que calificaría de bastante tumultuosa. Los vestuarios estaban en un viejo autocar, Remy Zamora, Juan, Fernando, Pepito, Leandro, José Ferreiro (Calimero), entre otros, tenían que lavarse en unos barreños. No había árbitro oficial y el partido se suspendió. Tomás, que era el entrenador por aquella época, y Coito tuvieron que sacar al pequeño Luis de una situación un tanto delicada. Salió bastante perjudicado.
Continúo mi historia con Cayetano Carbonero (Cayin) (13)
Cayin nació en Mieres en 1949. Formó parte, como guitarrista, de la orquesta de los Lorca de la calle Pied du Pont des Arches y del de la Ópera. Fue uno de los primeros jugadores amateur, pero se fue al Pontisse antes de que el Lorca entrara en la Unión Belga. Su vuelta al Lorca coincidió con la creación del equipo de veteranos, donde jugó hasta los 38 años.
-“Al principio no había entrenamientos y Tomás era el seleccionador. Los fines de semana la mayoría de los jugadores se reunían en torno a unas tapas y unas copas en el Lorca y Chez Pepon”.
Llevó a cabo la función de presidente del club de la calle Gueldre durante casi dos años, del club de Herstal durante siete años y fue responsable de los clubs en Bélgica.
También nos habla de “La Fiesta”: (14)
-“La idea de La Fiesta, que tenía lugar en la explanada de Saint Léonard, nació principalmente para dar a conocer nuestra cultura y siempre nos proponíamos realizar actividades de calidad. La Fiesta tenía lugar en Pentecostés, al mismo tiempo que La Romería de la Brouk”.
-“La fiesta se organizaba en nombre de todos los clubs Federico García Lorca y había un responsable de cada club. Los coordinadores principales éramos José Manuel Fernández, Aquilino y yo. El local del fútbol de la calle Jonruelle nos servía de almacén gracias a su proximidad”.
-“Los preparativos empezaban a principios de año con un mínimo de dos reuniones al mes. En abril, la frecuencia de las reuniones aumentaba hasta dos por semana. Los preparativos y la carpa se montaban el jueves, y el lunes se guardaba y se desmontaba todo”.
- “A falta de voluntarios La Fiesta se apagó y murió a los tres años más o menos”.
Josef Cusumano (15), un poco sorprendido, me ha otorgado una entrevista. Elisabeth Silvestre, su esposa e hija de nuestro añorado Tomás, le acompaña. Cuando les expliqué el objetivo que motiva este trabajo me contaron su historia con placer y emoción. Aquí va, de manera condensada, parte de sus intervenciones.
Elisabeth Silvestre nació en 1955 en Mequinenza (Zaragoza) y Josef Cusumano nació en 1954 en Lercara-Friddi (Sicilia). Josef llegó de Milmort en 1970. Conocía el club porque iba a bailar allí los fines de semana. La pareja se concretó y se casaron el 1972. Josef dejó el club para jugar un año en el Mons-Lez-Liège con Roger Renders y después, un año al Mehage con Salvador Cubedo (Cuki) en 1984.
Tras la fusión con el Liers-Norte, Josef se convirtió en secretario. El comité estaba compuesto por Aquilino, Jef Castillo, Coito, Perreira e Iglesias, entre otros. Josef también se ocupó del equipo de los alevines, donde estaban chicos como Tonel Alaimo, Gilbert Bours o Pinou, quienes entrarían en el primer equipo al año siguiente.
A partir de esta fusión los niños de alrededor de los 6 años, hijos de los jugadores y de los simpatizantes del club, formaban parte del quipo de los jóvenes. El primer equipo pré minime de fue dirigido por Paolo Gigantelli y, entre otros, componían el equipo Michael González, Giovanni Argento, Raphael Gigantelli. Al año siguiente, Josef Cusumano y Jef Castillo se hicieron cargo de un equipo formado por Ucar erdem, Daniel Lamantia, Salvator Ignoto, Kevin castillo, Romuald Cusumano, Michael Sánchez, Sebastián Ramírez, etcétera. Nico dirigía un equipo de diablotin A formado por François González, Iván González, Pablo Cue, etcétera.
En 1991 todas las categorías de edad estaban presentes en el club.
Josef fue uno de los primeros promotores del local de La Plaza junto a Aquilino y Bobby. Retomó el local de La Plaza para el fútbol sala más o menos un año antes de volver a cederlo.
Josef dimitió de sus funciones por razones personales.
Elisabeth nos habla de sus recuerdos:
- “un partido entre mujeres durante un día de fiesta en el campo de la Belle Jardiniére donde la mayoría iban bastante achispadas” (16)
- “Los buenos ratos de nuestras fiestas, el baile de carnaval del Pommier con Madriles disfrazado de novia y Josef de abogado”.
Si tuvieran que citar ciertos nombres cuáles serían y por qué; los dos responden sin dudar:
- “Tomás y Coito porque realmente eran hombres del club y le dedicaron mucho de su tiempo”.
- “Antonio Merino por sus cualidades futbolísticas que sobresalían de la media, podía jugar a un nivel superior”.
- “Un gran momento fue el ascenso a segunda provincial con Dany Mataic como entrenador en 1989“.
La fusión entre el Lorca y el Liers-Norte en 1986 funcionó bien. Su comité quería deshacer el equipo pero sin que desapareciera completamente y así nosotros nos hicimos cargo de las instalaciones y de los jugadores de todas las edades. Pasamos del campo de la Belle Jardinière en Angleur al del Liers-Norte. Nino era el entrenador del Lorca, pero con la fusión se llevó a cabo una votación para designar al nuevo entrenador y la elección recayó en Michel Provenziani, del Liers-Norte.
En aquella época teníamos doce equipos y el grupo directivo se completaba con un comité de más o menos 14 personas. Del comité del Liers-Norte se quedaron José Ambleme, Alex Pontone y Neri; en el Lorca podíamos contar con Tomás, Merino, Iglesias, Perreira, Braña, Moya y Jean Sánchez.
Coito era el presidente del comité de jóvenes y estaba respaldado, entre otros, por los hermanos Molina, Richard y Jean Sánchez. Muchos fueron los entrenadores que dirigieron estos equipos: Castillo, Aurelio, Cusumano, Merino, Carmelo Argento, Manuel Iglesias, Alfonso Herrera, Nico, Gigantelli, Cusumano, etc.
Muy pronto podréis encontrar la continuación de esta aventura apasionante. Algunos camaradas se han puesto en contacto conmigo para contarme su paso por el Lorca-Norte, otros para escribir una crónica y, por supuesto, todo esto será ilustrado por numerosas fotos y anécdotas.
Conclusión:
Muchas historias felices sucedieron durante la existencia de los clubs de fútbol Lorca y Lorca-Norte. Se tejieron lazos entre diferentes comunidades, hubo matrimonios y nacimientos.
También nos han marcado para siempre ciertos acontecimientos tristes y dolorosos. Todos y todas guardamos recuerdos eternos de esos momentos, por esta razón debe existir un rastro en algún lugar.
Este inicio de la historia del club de fútbol no es más que un boceto. Como habréis podido constatar faltan muchos datos, fotografías y, sobre todo, nombres. La dificultad del proyecto es el temor a olvidar nombrar a ciertas personas, por ello, esta página de internet está abierta para actualizar las posibles lagunas que pueda haber.
Por eso, os invito a que os pongáis en contacto conmigo ( merino_cepedal@hotmail.com ) para que aportéis información o corrijáis lo que consideréis necesario.
Voy a repetirme, pero nuestro objetivo es:
Rendir homenaje no solamente a ciertas personas, sino a todas aquellas que han hecho posible la existencia del Lorca.
Así pues, nos veremos próximamente en el marco de otras entrevistas que irán completando nuestra historia.
Saludos cordiales.
José Merino.