La delegación recibía noticas del país y su tarea consistía en establecer relaciones con el movimiento sindical europeo y con otros países del mundo. Llegaron a mantener relación con 123 países diferentes, lo que constituye un récord extraordinario para la época.
Estos contactos tenían un doble objetivo: presentar en el exterior la situación de un país que vivía bajo el yugo de una dictadura sangrienta y prolongada y, por otra parte, intentaban captar el máximo de ayuda económica para enviarla a las familias de los sindicalistas encarcelados por el régimen franquista y también para ayudar al propio sindicato en España.
Bélgica formó parte de esos 123 países que visitó la delegación. Ángel Rozas, como muchos otros dirigentes que pasaban por Lieja, se alojó en casa de uno de los camaradas del partido. Fue en casa de los “Muñoz-Gil” donde hizo escala, para nuestra mayor felicidad. La visita se produjo antes de finales de 1973 porque yo todavía vivía en Lieja por aquellos entonces.
¿Cómo olvidar a ese hombrecillo y la fuerza de sus convicciones? ¿Cómo no ser subyugado por la valentía de un combatiente comprometido con la lucha obrera aun a riesgo de su propia vida y tantos otros como él? Tengo pocos datos para confirmar si vino para ayudar a la creación de CCOO en Bélgica o bien para dar una conferencia. Tengo el recuerdo de que algunos camaradas asistieron a una reunión clandestina en Ginebra en 196… y que mi padre formó parte de esa delegación. Posteriormente, este pequeño grupo participó en la creación de las Peñas de Solidaridad con CCOO en Lieja.
Es verdad que Ángel Rozas no poseyó esa aureola mediática de la que disfrutaron otras personalidades de la época en el extranjero. Aquí, en España, se convirtió en toda una institución. Hoy en día es presidente de honor de la fundación Cipriano García (otro sindicalista fundador de las CCOO de Cataluña en 1964).
Ángel Rozas es la memoria viva de la lucha obrera contemporánea en nuestro país. Personalmente, el hecho de saber que muchos “ex jóvenes combatientes del García Lorca” siguen su camino me llena de orgullo y satisfacción. ¡VIVA LA CLASE TRABAJADORA !
Georgina Muñoz Gil
Febrero 2010
(a) reste à confirmer les dates quelqu’un se souvient-il ? // Falta confirmar las fechas, ¿alguien se acuerda ?
La visita del sindicalista ÁNGEL ROZAS a Lieja.
En 1968 una delegación del sindicato “Comisiones Obreras” empezó a funcionar en París.
Ángel Rozas formaba parte de esta delegación. Él y otros tantos debieron huir de España porque habían sido condenados por la justicia española (Tribunal de Orden Público) debido a sus actividades políticas y sindicales. Formaban “una embajada oficiosa” que fue conocida con el nombre de “Delegación Exterior de Comisiones Obreras” (DECO).
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